Cuando se pierde el protagonismo

La historia nos enseña que al través de los tiempos, las distintas formas de gobernar las sociedades han contado con la asistencia parásita del poder del conocimiento, del poder económico y del poder mítico o religioso.

Nuestra aldea no ha estado escape a esa realidad social, desde siempre hemos sido víctimas de la voracidad de esos sectores, en detrimento de los quintiles mas pobres, base del triangulo social que ilustra nuestra población.

Sin embargo, por vez primera el gobierno no tiene que depender de la gracia de la iglesia, de los ricos, considerándose ellos, los ostentadores del conocimiento, además del poder económico que han atesorado sabia, aunque delincuencialmente, durante su estadía en la dirección del Estado.

Es por eso que no debe extraña que los empresarios que ayer protestaron ardorosamente por la violación a la ley que establece la forma de recaudar el pago del impuesto conocido como Itebis, aparezcan hoy comprometiéndose a cumplir con el pago por anticipado del impuesto de control que es el que se cobra a consecuencia del valor agregado a productos y servicios, convirtiéndose en cómplices de la referida violación a la ley en cuestión.

El Prof. Bosch, consciente de las consecuencias que se dan en la política, nos enseñó a estar alerta de “lo que se ve, y de lo que no se ve”, y la pronta convicción de tan aguerridos empresarios nos obliga a especular sobre los motivos de esa decisión que a muchos, nos ha dejado atónitos.
Las autoridades deben educar al pueblo y explicarle la base que sustenta el cobro de un impuesto al valor agregado a una materia prima, o a un artículo importado del cual todavía no se tienen los costes totales, y mucho menos el precio de venta desde el inicio de la cadena de distribución.

En un mercado de libre comercio, los precios no son objeto de control, por lo que cada sector impone sus precios y determina sus márgenes de ganancias, además de engatusar por medio de la sobre-estimación de los costos diversos susceptibles a manipulación. Por lo que es permisible especular y sospechar que alguna ventaja se oculta que produjo la avenencia de las partes. Por lo que es importante saber cómo podrá la Dirección de Impuesto saber el monto del valor agregado que se va produciendo en cada uno de los estadios de producción o mercadeo de mercancías y productos importados y que tributaron en Aduanas, antes de ser llevados al mercado de consumo.

El valor del dinero en el tiempo permite justificaciones en función de su disponibilidad, y momentum. Es entendible perder un por ciento de un impuesto que debe ser recibido en seis meses, si va a ser recibido en valor presente. ¿Qué esto pueda lesionar el erario, o que pueda permitir especulaciones, o evasión de impuestos?. Todo se justifica en nombre de disponer de esos milloncejos de manera inmediata.

Se parece a aquello de pasar hambre siendo rico en tierra y ganado, por que no hay dinero en efectivo para ir al colmado.


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