lunes, 20 de septiembre de 2010

Frustraciones de los excluidos

“No hay tripulación mala, lo que hay son malos lideres”

Estos seis años de gobierno peledeísta no nos permite disfrutar de logros globales que justifiquen el pago de impuestos, ya que por falta de un plan maestro de aplicación de una propuesta de gobierno, ningún problema sistémico ha sido solucionado de manera integral.

1. El sistema de educación ha fracasado a la luz de los resultados de estadísticas develadas por organismos internacionales, los resultados de las Pruebas Nacionales, las condiciones físicas de muchos de los planteles escolares, la falta de capacidad para alojar a toda la población estudiantil, staff de profesores deficiente y mal remunerado, libros de textos, energía eléctrica y material de apoyo deficientes. Por lo que se puede colegir que la gerencia del sistema de educación pública ha sido incapaz. Fuera de honor, renunciar.

2. La gerencia del sistema de salud ha sido incapaz de garantizar servicios básicos de salud preventiva, de emergencia y de asistencia a los enfermos sin capacidad de pago. Los conflictos son cíclicos, y se renuevan constantemente, cuando no es la falta de medicamentos, es la falta de camas y sabanas, o la falta de higiene, el mal trato a los demandantes de servicios, las limitaciones para dar servicios de emergencias, o las demandas de mejoría de pago a los trabajadores de la salud. Aunque existe una ley de Seguridad Social llamada a mejorar la calidad de los servicios médicos para todos los dominicanos, la manipulación, distorsión y falta de voluntad política, en vez de beneficiar a la sociedad, ha encarecido los servicios médicos y ha enriquecido a comerciantes de la salud, ajenos a la profesión. También fuera de honor, renunciar.

3. Se estima un déficit habitacional en un millón de viviendas, déficit que crece anualmente de manera sostenible, y que distinto al pasado, no se vislumbran proyectos habitacionales oficiales al estilo multifamiliares, tampoco política oficial para incentivar la inversión privada en la construcción de viviendas económicas para clase media considerando prohibitivo la compra de una vivienda a los precios actuales. Sin embargo, sí existen proyectos de apartamentos de lujo para beneficiar a funcionarios y dirigentes del gobierno y partido, y la repartición entre turpenes, de las tierras que quedan de lo que una vez era el CEA. Si los funcionarios del sector vivienda fueran boschistas, hubieran renunciado.

4. Tampoco se ha solucionado el problema del transporte vial, calles y carreteras obligan a los ciudadanos a demandar constantemente la intervención del gobierno en la solución a tan acuciante problema, habida cuenta de que perjudica a dueños de vehículos, a agricultores imposibilitados de “sacar” sus productos a los mercados. También se escuchan las quejas por el caos en los centros urbanos por el desorden de carros de concho”, taxis”, “voladoras”, autobuses gigantes, camiones estrambóticos de distribución de ron, cerveza, embutidos, y hasta banqueros y cabezotes con todo y furgones. Estos funcionarios se nos antojan ser “come cheques”, en tiempos de Bosch, ya no fueran.

5. El gobierno no ha planificado un sistema de seguridad ciudadana que garantice la calidad de vida de los munícipes, y mucho menos que permita el disfrute de un país tan agradable a la existencia como cada región de esta media isla tropical. El ciudadano ha optado por encerrarse, y nos recuerda el estilo moderno de los zoológicos, en la observación de los fondos marinos, en los que las fieras están en su hábitat, fuera de las jaulas, y para seguridad de los visitantes, se cambian los roles y enjaulan a los visitantes para disfrutar de la experiencia que se vive en el reino animal irracional. El sector de seguridad ciudadana está en manos díscola, además de ejecutivos de la vieja guardia, en donde la técnica es la fuerza, y la inteligencia es la fiesta de celebración por inusitada. Los procesos de reingeniería son traumáticos, el ser humano teme a los cambios, y la fragilidad existencial mal aconseja y tiende al egoísmo de la tenencia, a lo autocrático. Ni a los díscolos, ni a los equivocados se les puede pedir razocinio. ¡Hay que cancelarlos!

6. El campo ha sido abandonado. No existen técnicos que controlen la tierra productiva y los rubros demandables por medio a los planes de Extensión Agrícola. El financiamiento a la producción agropecuaria es caro, carísimo, difícil de calificar, tanto así, que el que califica es porque tiene dinero suficiente para no necesitar financiamiento. Las intenciones de pignoración cuando no llegan tarde, no son honradas a tiempo, por lo que muchos productores acarrean deudas interminables, pero funcionarios y dirigentes se hacen millonarios gracias a los permisos de importación, ¡que viva la pepa! Ante el fracaso evidenciado, hay que desconocer la vergüenza para seguir escuchando epítetos, por eso es que no renuncian.

7. La presencia de extranjeros ilegales nos abruma y nos hace víctimas ya que desconocemos la cantidad de ellos para planificar la oferta de bienes y servicios para satisfacer sus necesidades. Somos víctimas porque nos hemos convertido en madriguera de extranjeros que, huyendo de sus países, se aposentan en costas y empresas manteniendo un bajo perfil, pero practicando sus actos delincuenciales, que van desde la prostitución, la pornografía infantil, las desviaciones sexuales, hasta el tráfico de drogas prohibidas. También salimos perjudicados por la presencia de enfermedades otrora desterradas de nuestra sociedad, refuerzan el negocio de la prostitución, del abigeo, del pandillerismo, y hasta en la peligrosidad del mal manejo de los alimentos del mercado informal ambulatorio. La excusa de la falta de un reglamento para aplicar la Ley, y la falta de un Libro de Extranjería es tan simple, como simple debiera ser ¡castigar la incapacidad!

8. La Justicia sigue generando desconfianza en la comunidad, sus avances han sido parciales, mientras la solución no sea integral, sistémica, y sus remiendos sigan dejando aristas para que el gobierno de turno manipule su hipocresía, la sociedad seguirá dudando de su veracidad. Basta mirar no muy lejos y recordar la benevolencia con el hijo del Magistrado atrapado traficando dólares desde el exterior en una aeronave de su propiedad: salió ileso, sin cárcel, sin multa, y lo que es peor, le devolvieron los dólares y el avión, todo en franca violación a las leyes.
El caso de la Sunland, con un fallo cantinflesco, se violó la Constitución, pero los ciudadanos no tienen derecho a demandar castigo.
la puesta en libertad de la suegra de un hijo de otro magistrado de la Suprema, después que se comprobó su protagonismo en la estafa más grande jamás conocida en el bajo mundo de la banca privada.
Pero sí disfrutamos de la arrogancia oficial, de la compra de votantes de la oposición, de las desvergüenzas de candidatos al senado en artificio de trampas durante el sufragio, con fallos inverosímiles de los que ambicionan escalar en los altos tribunales recién creados.
También disfrutamos de los actos de corrupción develados por los servicios informativos de la prensa independiente verificados en Bienes Nacionales, en Educación, en Obras Públicas, en el Para, en los ayuntamientos del Distrito Nacional y de Santiago. Las obras grado a grado, los permisos de importación desde la compañía radicada en Palacio, la compra de Cebolla en el sur, los contratos de obras viales bajo la supervisión del Supervisor de la Supervisora.

Los sobre precios de los vagones del trencito de Villa Mella, la presa de Palomino, el prestamo para viviendas de los maestros que desapareció, los 7 mil millones gastados en la carretera San Cristóbal-Baní, y otras tantas perlas que forman el afortunado collar palaciego.

Tal vez sea bueno recordar la sentencia que el genio artista de la antigüedad nos legó:“Aquel que no castiga lo mal hecho, ordena que se haga”.

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