lunes, 6 de julio de 2009

Detallando

¿Cómo confiar en las autoridades si su perversidad les hace mentir olímpicamente ante las cámaras televisivas al citar el precio de setenta dólares el barril de petróleo que le compran a Venezuela, cuando todos sabemos que ese es un precio de referencia, y que el petróleo que refinamos en el país es de una calidad inferior, como el que suministra México y Venezuela?

La diferencia entre el petróleo de referencia y el de la OPEP, en circunstancias alcanza unos diez dólares por barril.
Esto significa que el gobierno se agencia mas de 25 pesos por galón de manera ilegal, porque este sobreprecio no está previsto en la ley.

De acuerdo a las declaraciones del Dr. Mariano Germán, el Ejecutivo puede hacer cualquier transacción comercial en las empresas del Estado sin necesidad de concursos o autorización del Congreso.

Eso significa que el envío del proyecto de ley para la capitalización de la CDE fue una pérdida de tiempo; al igual que los regalos de los ingenios, el puerto de Sans Souci, etc.
¡Que celebre el mozo!

Ni el Director del Indrhi, ni el Senador por Elías Piña tenían programas de televisión en sus días pasados. De repente se convierten en programeros, y se llenan de apoyos financieros.
¡Ah dichosos, los timbaleros!

Cada día nos convencemos mas de que hay una gran diferencia entre un legislador para representar a los votantes en las funciones inherentes al marco legal, y un representante de la sociedad para la tarea de dotar al país de una Constitución.
Un asambleísta elegido para exclusivamente enmendar la Constitución, aprobaría un periodo de dos años para reunificar las elecciones, en vez de un largo período de seis años; reglamentar los salarios y la asignación de gastos marginales; el control de la propaganda oficial; la representación por acumulación; y otras tantas medidas que no les son simpáticas a los legisladores vigentes, que pretenden vivir a expensas de apretar un botón, y muchas veces sin saber el por qué.

Entre los motivos de cancelar la transmisión de las sesiones, curcutee usted un tanto profundo y encontrará razones.

Todos los días se levanta una comunidad en protesta por la infeliz calidad de vida que les abate. El gobierno le hace caso omiso. Peor aun, responden enviándoles desdichados guardias y policías a reprimirlos, efectivos que padecen las mismas adversidades. Mientras tanto, las botellas municipales y provinciales se pavonean en su almíbar, indolentes ante las vicisitudes de los que pagan sus remuneraciones inmerecidas.

Son torpes. Porque parecen ignorar que esas protestas pueden ponerles fin a sus bonanzas. Que lo menos que puede suceder es que su partido pierda. Lo más que puede suceder es que un día la desesperación y la impotencia mal aconsejen a los sufridos, y explote una revuelta social.
Sírvanse no abusar de su suerte.

Los empresarios no quieren aumentar el salario a los que reciben salarios superiores al salario mínimo. Pero tampoco proponen un aumento aceptable. Aun a sabiendas de que aproximadamente un 85% recibe salarios de sobre-vivencia, se niegan a retribuir a los que les enriquecen.

Una sociedad en la que la mayoría absoluta tiene ingresos por debajo del costo de la canasta básica para alimentar a una familia, la educación y la medicina se han tornado en el mejor de los negocios; los alquileres de viviendas son prohibitivos; los servicios de agua, electricidad y seguridad son inexistentes al costo obligado; el desempleo y sub empleo superan el 25%; y el costo de las necesidades básicas diarias aumentan diariamente, es una sociedad insufrible, inviable, utópica, virtual, huérfana, aceptable solamente para sus zacatecas.

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